La raza Avileña Negra-Ibérica
La raza que continúa realizando la trashumancia en la Sierra de Gredos es la Avileña Negra- Ibérica. Se trata de una raza autóctona de los sistemas montañosos del centro peninsular, con un largo desarrollo. Durante muchos años fue utilizada como animal de tiro, pero en la actualidad su principal fin es la producción de la conocida carne de Ávila, una de las mejores de nuestro país.
Se trata de una raza perfectamente adaptada a la dureza del terreno y a la marcha, lo que la hace ideal para la práctica de la trashumancia. Es capaza de sobrevivir en zonas de escaso pasto, como es el caso de algunas de las sierras donde la podemos encontrar. Además es un animal longevo y con una elevada fertilidad, lo que genera muchas ventajas a la hora de manejar las explotaciones.
Algunas personas confunden las vacas avileñas negras- ibéricas con toros bravos por el color negro brillante de su pelaje. Pero no tienen nada que ver; además las vacas avileñas no son bravas como el ganado de lidia, aunque como están continuamente en el campo no son tan mansas como otras razas vacunas.
Las avileñas se distinguen fácilmente, es un animal alagado, un poco culón, con cabeza amplia y cuernos negros o blancos con la punta negra; algunas tienen una orla blanca en el morro (es una variedad llamada precisamente bociblanca). Una hembra adulta pesa entre los 500 y 500 kg. Una vez que se ha identificado una, es muy sencillo reconocerlas.
La raza se cría con estrictos controles de calidad y pureza gracias al trabajo de la Asociación de Criadores y del control que se realiza del libro genealógico de la raza, que lleva desarrollando su labor desde el año 1970.